El análisis cada vez más refinado de los lenguajes constituye una de las preocupaciones actuales de las ciencias de la subjetividad. Estos estudios son un punto de encrucijada entre los esfuerzos por acceder a las mayores sutilezas en los análisis de los procesos subjetivos y al mismo tiempo por dotar de sistematicidad y coherencia a las investigaciones de todo tipo: desde la consideración de fragmentos de sesiones clínicas hasta los enfoques de las obras de artistas y escritores que expresaron con tanta riqueza los dramas de la vida psíquica, familiar y social. En este libro el autor parte del siguiente supuesto: que cada uno de los rasgos centrales de la subjetividad reside en el vínculo singular que cada quién desarrolla con su vida pulsional, sobre todo con la sexualidad. En consecuencia, el modo en que Maldavsky encara el problema del lenguaje se orienta en esta misma dirección: como una manifestación cualquiera ( verbal, gesticular, visual, olfatoria) testimonia una erogeneidad determinada, así como la posición singular derivada del nexo con ella.