Dr.Osvaldo Bodni
Lafinur 3090 (1425) Capital
NARCISISMO Y SILENCIO. CONSIDERACIONES TEORICO CLINICAS.
Introducción
"Nuestras consideraciones nos han llevado a atribuir cierto tipo clínico de trastorno del lenguaje a un cambio en el estado funcional del aparato del lenguaje, y no a una interrupción localizada de una vía".(Freud."La Afasia")
Como es sabido el psicoanálisis comenzó por el descubrimiento del mecanismo neurótico de inconcientización defensiva, de un deseo dificil de sostener como término de un conflicto psíquico. Este modelo, aplicado por excelencia a las neurosis, implicó que la investigación de la pulsión y de las defensas frente a la misma se adelantara en mucho, respecto al estudio de la estructura del yo y de las defensas frente a la realidad.
Recién después de los trabajos de metapsicología, y sobre todo de Más Allá del Principio del Placer, cobran un lugar más sistemático los estudios sobre estos problemas. En 1920 se encuentran las huellas germinales del Proyecto inédito de 1895, trabajo descalificado por Freud en su momento, pero que contiene la base de gran parte de sus desarrollos posteriores. Esto nos lleva a pensar en la actividad general de Freud en la década del 90 y reencontrar las raices de su modelo biológico aplicado a la mente. Sobre todo ese primer jalón teórico poco mencionado constituido por su monografía "La Afasia". Un estudio concienzudo sobre este tipo de silencio clínico, neurológico por supuesto, pero con hallazgos como el de las afasias funcionales, quizá un anticipo de la teoría de las neurosis.
Desde Ana O., con su diagnóstico de histeria hoy discutido, pero con una clara parafasia funcional, hasta la clínica de nuestros días, han pasado cién años de desarrollos teóricos y de experiencia. En la práctica cotidiana los trastornos de silencio se presentan con frecuencia, muchas veces como obstáculo narcisista, asociados a problemas tempranos en la estructura del yo.
Consideraciones
En la clínica el silencio es un fenómeno empírico comprometido con la teoria psicoanalítica desde su nacimiento, en un momento inclusive anterior a la publicación de la Comunicación Preliminar. Freud publicó su monografía sobre La Afasia en 1891, y ésta constituyó un excelente trabajo de investigación que ya poseía claves para el futuro corpus teórico psicoanalítico . Además lo promocionó como afasiólogo de consulta, aspecto interesante de su formación teniendo en cuenta la parafasia de la paciente de Breuer.
Tras el descubrimiento de la neurona, muy poco anterior a los trabajos del Freud neurólogo,el programa de la neuropsiquiatría era la investigacion del mapa cerebral, localizando los centros neuronales correspondientes a las funciones.Para esta tarea parecía que los síntomas negativos, aquellos representados por la pérdida o caida de una función, eran los más apropiados para la investigación de la estructura cerebral.Esto ocurrió con la afasia, caracterizada como una expresion clínica muy eficaz para esta metodología.
La monografia de 1891 es una importante creación teórica que puede leerse descubriendo varios esbozos de la obra posterior de Freud.Una de sus innovaciones fue afirmar que todas las afasias son de conducción. Con este enunciado Freud se creó interrogantes de condición dinámica a los que debería responder más tarde con la teoría pulsional.
Pero además, debilitó el modelo del "aparato de proyecciones" de Meynert pues este requeria una neurona para la "bezetzung" de cada concepto. En el Proyecto de Psicología Científica de 1895 Freud presentó una nueva teoria de la memoria basada en que el destino de un registro mnémico depende de la conducción de cargas por un camino en el que las neuronas facilitan o deniegan el paso configurando "huellas". La multiplicación de circuitos posibles entre los millones de neuronas "pasaderas" y "no pasaderas",configura variaciones asociativas fijas cuyo número puede ser infinito. El modelo requiere el pasaje permanente de una cantidad, Q, en dos estados posibles: de circulación o descarga. Y por supuesto, con la teoria económica abrió paso a las hipótesis sobre la producción de variaciones patológicas de la magnitud total de cantidad circulante, tanto en el sentido de vaciamiento, como de estasis acumulativa o inundación traumática.
Otro desarrollo importante de este trabajo es el de la "afasia funcional", relacionado con el de trauma. Freud presenta observaciones clínicas sobre casos en los que la sintomatología no se ajusta estrictamente a la lesión cerebral anatómicamente correspondiente, y supone entonces que se producen efectos traumáticos que van más allá de su alcance fisiológico.
Freud cita a Hughlins Jackson quien explicaba que en la patología, tanto la descomplejización de las funciones adquiridas, como su sustitución por funciones primitivas superadas por el desarrollo del sistema nervioso, podían explicarse por una teoría de la "regresión" neurológica. La agresión traumática producía una "regresión". Freud relata en esta monografia un episodio personal de peligro de muerte, cuando las palabras "esto es el fin" se le impusieron visual y auditivamente con la fuerza de una alucinación, mecanismo que describiría después como regresión formal. Siguiendo tambien a Jackson explicaba Freud los síntomas positivos de los afásicos, las verbigeraciones, como un resto de los pensamientos inmediatamente previos a la situación traumática. Un modelo clínico de estas verbigeraciones sería más tarde la frase "martirizar, martirizar", en Ana O.
Defensa, Lesión y Conflicto
"...repetía siempre el infinitivo "martirizar, martirizar"...durante dos semanas enteras cayó en total mutismo"... (Breuer.Ana O.)
La introducción de la teoria de las defensas representa un paso decisivo en la investigación de las afasias funcionales porque introduce el conflicto psíquico,hasta entonces confinado a las especulaciones no cientificas.
En su trabajo de 1894, "Las Neuropsicosis de Defensa", Freud pone en juego cierta lógica paradojal: de algùn modo positiviza los sintomas negativos y convierte al silencio clínico en la expresión activa de una estrategia defensiva. La ruptura de la conducción no se debe al déficit anatómico sinó a una operación psíquica activa y eficaz, destinada a evitar el sufrimiento provocado por un "conflicto".
Esta hipótesis se convierte en el núcleo duro de la teoría psicoanalítica, sustituye a la teoría académica de la "lesión", y procura una explicación nueva de la parafasia funcional tipo Ana O. Esta patología histérica, diagnóstico actualmente discutido, por ejemplo por Maleval, se produce por una escisión de la conciencia en conjuntos de ideas inconciliables,uno de los cuales es inconciente, -afásico funcional ? -, y por lo tanto excluido,inmutable y patógeno. El énfasis en el caracter activo de la defensa diferencia esta tesis de la "genética" de Janet y del "estado hipnoide" de Breuer.
Silencio y estados hipnoides
En el Proyecto de 1895 Freud supone que la cualificación psíquica se realiza mediante variaciones discontinuas de las magnitudes de excitacion que afluyen a la conciencia en periodos discretos. Afirma que al sistema sensorial sólo llegan cantidades de exitacion, Q, que el aparato no está preparado para registrar magnitudes estables de las mismas sinó sus variaciones, y que la presentación de contenidos de conciencia solo puede deberse a algun mecanismo de transformacion de estas cantidades en cualidades representables y por lo tanto clasificables.
Como segun Brentano la conciencia se define a partir de sus contenidos, no habia posibilidad de conciencia sin cualidades representacionales,es decir, sin ritmos discontinuos. Nuestra hipótesis es que la propuesta de 1895 introduce el factor temporalidad como un antecedente importante de la teoría pulsional de 1920, interpretando una contradicción entre los estímulos de ritmo monótono y los de ritmo variable, como expresiones pulsátiles de Tánatos y Eros.
En la clínica la monotonía y la tendencia a la inercia figuran entre los observables habituales que caracterizan la producción empírica de letargo. Si bién la influencia letárgica del hipnotizador se explica por su poder de sugestión, que para Freud es el poder de la transferencia, es comun observar mecanismos de estimulación monótona en la inducción de estos estados de alteracion
Cuando en 1905 Freud explica la producción de las zonas erógenas,apela a la teoría de una estimulación periférica y rítmica que produce un despliegue primordial de la libido en determinadas superficies anatómicas. En esta hipótesis el autoerotismo parece coincidir con la monotonía de los estímulos, como mas tarde, con el desarrollo, coincidirán la relación de objeto con una variabilidad sensorial. Siguiendo el modelo pensamos que los ritmos monótonos producen su efecto induciendo regresiones del Yo al privilegio del autoerotismo sobre la sensorialidad.
Una segunda forma de producir una sobreinvestidura narcisista extrema, distinta a la hipnosis, es la que se observa en las situaciones traumáticas graves, cuando el estímulo de excesiva magnitud opera como desorganizador del aparato psiquico al superar con fractura sus barreras protectoras.
En estos casos, por sobre la amnesia ántero-retrograda, se produce una fijación a las últimas representaciones de la conciencia, tal como lo señalara Freud en 1891. Como en el ejemplo mencionado mas arriba de las verbigeraciones, en detrimento tanto de otros recuerdos como de nuevos estímulos sensoriales. Esto se observa también en los estados de mutismo estuporoso, la forma patognomónica del silencio presente en las patologías de catástrofe, y en las posteriores neurosis traumaticas.
Silencio y Lenguaje Pulsional
En 1949 Robert Fliess publicó "Silencio y Verbalización". Este autor se mostró partidario de hacer un abordaje teórico del tema desde la analogía clínica con un proceso de retención, utilizando el modelo erógeno excretorio de la sexualidad infantil. Los silencios clínicos son una contrapartida de los lenguajes erógenos,lo que le permite proponer una clasificación en base a los puntos de fijación de la libido.
1) Uretral: Un silencio similar a la puntuación de un discurso normal, como un esfinter funcionalmente debil.
2) Anal: El que reproduce un estado de "constipación" con tensión y conflicto.
3) Oral: Aquel en el que el silencio parece reemplazar a la verbalización desde una fantasía de fusión con el otro que hace innecesario el lenguaje.
Para Fliess estas diferentes formas de silencio expresan la fijación erógena en juego, utilizando la inhibición como un baluarte defensivo frente a las pulsiones parciales de la sexualidad infantil.
Silencio y Estasis Libidinal
Para Freud la apertura de las zonas erógenas se produce a partir de la proyección de libido desde una periferia interior. Una fijación a esta libido somática orgánica puede vincularse con estados de alteración interna y descarga automática, relacionados clínicamente con un silencio arcaico, más regresivo que los descriptos por Fliess.
1) El silencio de las neurosis traumáticas que obedece a un proceso económico de inundación del aparato por altas magnitudes de excitación, sobrepasando los dispositivos protectores y desorganizando el sistema. Las pulsiones en juego son las de autoconservación que conllevan libido narcisista por cabalgamiento pulsional.
2) Un segundo tipo sería el de las neurosis actuales en las que la saturación es acumulativa y somática,y procede de una insuficiencia de descarga libidinal.
3) Es el correspondiente al primer momento del proceso psicótico, de retracción libidinal y desinvestidura de representaciones cosa, prerestitutivo, que también implica una saturación del aparato.
4) De acuerdo con Fliess existe sin duda una posibilidad interesante de analizar el tema del silencio en las estructuras narcisistas en correlación con el lenguaje pulsional.
El silencio operatorio
Carlos es un paciente sumamente obeso, profesional, con serias exigencias económicas familiares, que consulta por consejo de su médico clínico, alarmado por la gravedad de su hipertensión y la intensidad de su sobrepeso. Carlos vive sumando actividades en un ritmo de frenética aceleración desde adolescente, aunque no parece cuestionarse su vértigo,que tiene muy naturalizado. Su tema siempre desemboca en los pormenores de su trabajo, al poco tiempo de tratamiento decide impulsivamente una compra importante y abandona el tratamiento abrumado por sus créditos.
Este paciente, psicosomático, desde la teoría de las fijaciones nos tienta a pensar en una libido de estasis, de origen muy temprano, como lo señalado más arriba.El silencio de este paciente no es mudo. Tiene un relato monótono y nivelado, del tipo llamado operatorio, pero que por momentos alcanza intensos niveles de descarga catártica y queja, referida a personas que le exigen callar.
En el caso de este paciente obeso, era ostensible su sobreadaptación, con un ritmo de vida febril. Su meta era un rendimiento económico que sostenía desde muy joven, tratando de desmentir la muerte de su padre. El paciente decia que a su madre se le debian "silenciar" los problemas familiares porque "...se enloquecia".Esta trama se repitió con su mujer.
Desprovisto de subjetividad, su lenguaje era francamente numérico, dando cuenta de su peso del día, de su presión arterial, de la cantidad de trabajos que había realizado y sus correspondientes ganancias, de las deudas que aumentaba o reducía por momentos. Este discurso era carente de fantasía, con una sensación de aceleración monótona y repetida, produciendo un efecto de aletargamiento .
El silencio esquizoide
Carolina de bebé tuvo una enfermedad contagiosa por la que la madre, embarazada, dejó de tocarla por orden de su médico. Habló a los cuatro años. Sus silencios son muy prolongados y en una sesion dice respondiendo a una pregunta:-"estoy en papel de espectadora pero los del cine estan en huelga...". Otra paciente contaba que miraba la televisión apagando completamente el sonido, y decía -"todos somos un dibujo animado".
En el silencio los personajes quedaban igualados, convertidos en proyecciones de un aparato.Esta presentación se corresponde con las fijaciones Oral I, de succión. En este caso el mutismo parece reemplazar la verbalización, el analista es incorporado y en la fusión se borran las diferencias, comprendiéndose sin palabras: ambos comparten la experiencia sensorial que los conecta. Otra paciente parecía callar para alejarse defensivamente, pero atenta a no ser abandonada por el pensamiento del analista. Tras sus silencios decia -"bue...", volviendo porque se habia ido. Le molestaba relatar su "viaje", y tener que hablar, pero en oportunidad de un cambio de la decoración del consultorio inquirió por el "experimento" que el analista realizaba con sus procesos anímicos. Cuando respondía lo hacía de modo abstracto, atenta a investigar la lógica del analista.
El silencio melancólico
En este caso, la fijación erógena es Oral II, canibalística, y el silencio expresa la retención identificatoria del objeto narcisista perdido. Hablar es volver a perderlo, o perder su sombra, con la palabra.
Una paciente decía que la palabra "tendría sentido"..."si sirviera para algo". Se refería a la recuperación de su autoestima, dependiente de los juicios de valor del fragmento narcisista de su superyó. Otras veces decía "estoy aburrida a de escucharme, digo siempre lo mismo", pendiente de los sentimientos que despertaba en su analista, los que trataba de descubrir a través de la forma o el tono de las interpretaciones.
El silencio psicopático
En la teoría de las fijaciones el impulso a la acción corresponde a la Anal I, etapa en la que se produce la transformación de lo pasivo en activo. Este parece un silencio mentiroso, articulado con la pulsión, formando parte de una acción de venganza, ocultamiento y manipulación. El paciente en este caso es conciente del impacto de su mutismo en el analista a quien utiliza como auxiliar de su omnipotencia.
El silencio paranoico
Este tipo también corresponde a la etapa de acción recién descripta, Anal I. A diferencia del anterior, en este caso la descarga se realiza en posición pasiva, el yo es posicionado como objeto del goce perverso del fragmento psicopático,que es proyectado en el analista, ubicado como perseguidor, ante quien calla por desconfianza.
Conclusiones
En estas líneas fueron planteadas algunas lógicas que suelen encontrarse en la clínica, eficaces en diferentes formas de procesamiento psíquico. Aunque la psicopatología del silencio clínico permite un diagnóstico diferencial entre variantes defensivas de orden neurótico o narcisista, esta aproximación no intenta ser una clasificación por dos razones. La primera es que a medida que progresa el desarrollo del tema sin duda se describirán otras formas, y la segunda es la observación de que muy distintas variedades de funcionamiento mental habitualmente coexisten en un mismo sujeto, pudiendo alternarse en distintos momentos clínicos. La inclusión del paciente en uno u otro archivo clasificatorio perturba la escucha, ya que casi siempre es un obstáculo para observaciones nuevas, a lo que debe agregarse que en el curso del análisis con seguridad habrá de adquirir nuevas posibilidades de procesamiento psíquico que se irán articulando en su organización mental.
Bibliografía
Bodni Osvaldo :”Psicopatologia General” Ed.Psicoteca. 1992
Maleval Jean C.: "Locuras Histéricas y Psicosis Disociativas". Ed. Paidos, Bs.As.
Maldavsky,David:"Estructuras Narcisistas",Ed.Amorrortu,Bs.As.1986
Fliess Robert:"Silencio y Verbalización"(1949) en "El Silencio en Psicoanálisis". Paidos,Bs.As.1987.
Freud,S. : "La Afasia"(1891) Ed.Nva Visión, Bs.As.
Freud,S. : Obras Completas, Ed.Amorrortu, Bs.As.